martes, 21 de enero de 2014

A propósito

El principio de cada año nos trae nuevos propósitos, muchos de los cuales se van quedando por el camino conforme uno se va adentrado en los 365 días. Uno de los de este año es que este blog sirva de encuentro del redactor habitual del mismo con sus hijos mayores, Manuel, estudiante de cocina, y Pilar, alumna de publicidad y relaciones públicas y con intereses en las redes sociales. Para que el propósito no se pierda entre otras ocupaciones de menos interés, nos hemos propuesto reflejar como primer post de la colaboración la relación de platos que cocinamos durante las Navidades pasadas.

En Nochebuena comenzamos con los aperitivos que se ofrecieron a los 17 comensales: tosta de anchoa en aceite del Cantábrico sobre pimientos confitados en casa; cuchara de dados de queso y aceitunas negras con unas gotas de aceite y miel y trufa; y, finalmente, delicias de Elche -dátil pelado rodeado por una cinta de panceta y frito- elaboradas en casa; y dados de salmón marinados en naranja y cava rosé con salsa de mostaza y miel servidos en pincho. Ya sentados en la mesa, se sirvieron croquetas de boletus y de bacalao y huevo duro; un vasito de crema de queso con mermelada casera de tomate, daditos de queso navarro, piñones, menta, espuma de nata y palitos de manzana ácida; y un tiradito de corvina. El plato principal fue una pavita rellena de carne picada de ternera, longaniza, piñones, orejones y trufa que se acompañó de su salsa y otras de manzana reineta, arándanos y castañas. Los postres fueron papaya, mango y piña tropical y un surtido de dulces compuesto por turrón de Alicante, de Xixona, yema y anguila de mazapán de la pastelería Limón y Menta de Segovia; mantecados Felipe II; mantecadas Salinas; y guirlache de almendras de la tienda Torrens de Pamplona. Lo acompañamos, entre otros, con un albariño Enxebre y un tannat Preludio de Uruguay.

El día de Navidad tuvimos descanso y el gusto de ser servidos en casa de un familiar. En Nochevieja, ya solo para 9, repetimos algunos de los entremeses: la tosta, la cuchara de queso y el vasito. El primer plato fue una crema de mariscos. El plato principal fueron codornices, trabajosamente deshuesadas por Manu, y rellenas de un picado de ternera, foie y trufa que se acompañaron de sus muslitos confitados en aceite a baja temperatura y sus pechugas levemente confitadas y terminadas en el horno. Los postres se compusieron de dulces navideños entre los que hay que mencionar un brazo de chocolate relleno de mazapán comprado en Casa Claudio en A Coruña. Entre los vinos tomamos un champagne Mumm.

De nuevo descansamos el día de Año Nuevo y volvimos a la carga en Reyes. La víspera celebramos el que ha comenzado a ser habitual concurso de roscones, que nos gustan rellenos de nata montada, entre los dos manueles. La conclusión es que debemos unir nuestras fuerzas para hacer un mejor roscón, si cabe... La comida del 6 de enero comenzó con foie micuit elaborado en casa acompañado de una salsa de arándanos y cítricos, una crema de yemas de espárragos y acabamos con rape y merluza en salsa verde y azafrán. El postre, como era obligado, fue roscón y ya en el café los últimos postres navideños. Brindamos con Recaredo brut nature 2007.

Como trabajo llama a trabajo, sobre todo si es motivante, y entre fecha y fecha señalada también había que comer nos entretuvimos elaborando, entre otros, los siguientes platos: maki de aguacate y gamba y california roll de aguacate, crema de queso y gamba; nigiri de gamba; pimientos rellenos de carne picada de ternera y bechamel con un toque de foie; morcilla de burgos frita cubierta con tomate; guacamole; mermelada de pimiento; chocolate con picatostes, que se hacen con pan mojado con sal; ensalada alemana de remolacha y arenque; budín de merluza; pastas de té en las que ayudó Félix; mazapanes de Toledo y de Soto.

Ya queda menos para saber si este año no empedramos el infierno, al menos con este propósito,...